T.M. Ninja Turtles Adventures (Archie-1988)

Esta reseña va a estar vista desde un cristal un poco personal, así que sabrán disculpar si la nostalgia desvirtúa un poco la lectura de estas historietas.

Corría el año 1990 y se estrenaba en Argentina el dibujo animado de las Tortugas Ninja por canal 13, arrasando con el rating y generando una verdadera locura de merchandising, solo comparable a lo ocurrido con el film de Batman el año anterior pero con el plus de ser un producto más claramente orientado al público infantil (mucho más consumidor de juguetes, figuritas, vasos, chicles, obras de teatro en vivo, y un sin fin de bizarreadas que tenían a Tortugas con antifaz de protagonistas). El dibujo animado en cuestión desembarco en un programa de la tarde, conducido por Juan Carlos Altavista (hijo) y luego por otros, pero eclipsando rápido ese formato y pasando a ser un programa con solo los capítulos, cómo semejante boom exigía, y como se haría costumbre de ahí en más (el concepto de programa infantil con conductor es más de los 80, y en los 90 con Batman: TAS, la serie de X-Men, la de Spiderman y finalmente la llegada del anime, esa idea se dejó de lado definitivamente).
La serie animada era la adaptación (no muy fiel) de un boom del cómic independiente americano, Teenage Mutant Ninja Turtles de Kevin Eastman y Peter Laird (fundadores de Mirage Studios), una historia que merece su propia reseña, y que llegó con cierta velocidad a las televisiones americanas, llevando a la necesidad de un cómic (como parte del infinito merchandising de la serie) que se parezca "un poco más" a lo que los chicos veían en la tele. Así apareció la editorial Archie Cómics, la misma del personaje del mismo nombre que vive en Riverdale, para producir una adaptación al cómic de la serie animada, que empezó a presentar historias originales enmarcadas en un universo similar (que también en un momento se empezó a diferenciar) al de la serie de televisión. Así que la historieta Eastman and Laird's Teenage Mutant Ninja Turtles adventures publicada por Archie es la adaptación de la adaptación, un producto súper rebajado y pasado por agua de las tortugas ninja "originales". Con el rating y furor en la Argentina, era esperable que alguna editorial recogiera el guante y publicara una edición en castellano de los cómics de Archie, mucho más vendibles entre los chicos que flasheaban con la serie animada, en busca de nuevas aventuras. Lo raro es que la editorial responsable fuera Sylvapen, una empresa más emparentada en la venta de fibras o marcadores, que se mandó en esta aventura editorial con mucho éxito, mientras utilizaba las propias revistas para publicitar un sin fin de productos Sylvapen asociados a las tortugas.


La edición argentina se llamó "Las Aventuras de las Tortugas Ninja" y arranco en el número 5 USA, porque los 4 primeros adaptaban literalmente los capítulos de TV y en el quinto empezaban las historias originales. Esta serie fue la primera que un servidor siguió número a número yendo al kiosco a comprarla con sus, si no me equivoco, 20.000 australes o algo por el estilo, así que creo poder citar los primeros 9 números (que constituyen una única saga) casi de memoria. 
En el número 1 las tortugas enfrentan a Shredder, y conocen a un nuevo personaje mutante, Manta Raya, jamás visto en TV. En el 2, asistimos al origen de Lagartón, un personaje que si aparece en Tv pero al que cambian de manera radical, al tratarse no de un mutante, sino de un hombre al que una bruja "castiga" utilizando un artefacto mágico similar a una bola de cristal llamado "la piedra del cambio". En el 3 las tortugas viajan al espacio, a un planeta de peleas televisadas (chupate esa mandarina Thor: Ragnarok!!). En el 4 vuelven a la tierra y se enfrentan  a Wignut y Screwloose, en el 5 al camaleón, el 6 a una cucaracha mutante, hasta que finalmente muchos cabos sueltos empiezan a tomar forma en el número 7,8 y 9 llegando al clímax de esta etapa, que van tomando elementos de todos los números y terminan en una saga cósmica dónde esa bruja que transformó a Lagarton es una guerrera extraterrestre llamada Cherubae que debe evitar que Krang obtenga la dichosa "piedra del cambio". El momento definitivo llamado "El Conflicto Final" que se venía anunciando hace rato, explota en el número 9 (13 USA). 

Portada de "El conflicto Final", climax de la primera saga

Estos números eran una locura total que desafiaban un montón de conceptos establecidos en la serie de Tv, mostrando incluso un "final" para Shredder y Krang. Entre otras cosas, el traje negro de Raphael (¿parodia del traje negro de Spiderman?) , los secundarios recurrentes , los viajes al espacio, y muchas más cosas que estiraban aún más el status planteados por la serie animada, desafiándola incluso tocando temas ambientalistas, muertes y demás. Toda una gozada para los que lo vimos en tiempo real, cortesía del guionista Dean Clarrian. Aunque, con un ojo más crítico, las historias son sencillas, de resolución medio simple, y con un dibujo medio pelo de un tal Ken Mitchroney, que dibujaba bien a las tortugas pero muy flojo todo lo demás, alternándose con el legendario Jim Lawson. Si, esos capítulos que tenían mejores escenarios, perspectivas y artefactos, pero tortugas más "feas" eran obra de Jim Lawson, algo así como el dibujante "oficial" de las tortugas de Mirage Studios cuando los originales Eastman y Laird ya no dibujaban. Esas tortugas más "feas" en realidad solo eran distintas al diseño de Tv y más fieles a los cómics originales.
Fuimos felices un tiempo con Las Aventuras de las Tortugas Ninja de Sylvapen, aproximadamente hasta el número 22 o 23, momento en que la licencia se habrá vencido y los genios de la "editorial" empezaron a remontar cuadros de los números viejos, reescribir diálogos, mezclar páginas viejas y armando historietas nuevas con eso. La argentinidad al palo.

Escena del numero 5 argentino (9 USA) a cargo de Jim Lawson

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