Spiderman: Tormento (1990)



 Ha pasado unas cuantas veces que un artista aparezca en la vida de un personaje preexistente, y lo atraviese con su impronta de tal forma que pase a ser un hecho ineludible en la historia del mismo. No hay dudas de que eso pasó con Spiderman con la irrupción del dibujante Todd Mcfarlane.

En los años 80, Todd Mcfarlane venía de ocuparse de cómics menores como Infinity Inc. y algunas otros en DC cómics, llamando la atención lo suficiente como para participar en eventos algo más importantes como Invasión! o el Year Two del mismísimo Batman. Pero la verdadera responsabilidad le llegaría al convertirse en el dibujante titular de Amazing Spiderman en Marvel Comics. Es ahí donde despliega sus alas, y dibuja a Spiderman como nunca antes nadie lo había hecho. Posturas imposibles, telarañas a raudales, puestas en página rupturistas, ojos gigantes, oscuridad, y otros aspectos que eran su sello y que volcó a toda una generación de lectores a "volver" a prestarle atención (a fines de los 80) a esa vieja revista, "Amazing Spiderman" que ahora tenía un dibujante totalmente novedoso.




 La editorial Marvel Cómics se ve de golpe en presencia de una estrella: Todd Mcfarlane vendía los cómics de Spiderman ya solo por el hecho de poner su firma en la tapa, y ese poder le daba ya algo de control sobre qué y cómo dibujar, empezando a presionar para participar en los guiones también. La solución fue una bomba atómica de ventas: el número 1 de "Spiderman", la cuarta serie mensual del personaje con guiones y dibujos de Todd Mcfarlane vendió millones de ejemplares, y debutó con una saga de 5 números llamada "Tormento".
"Tormento" arranca con el Spiderman de ese momento, un Peter Parker adulto y recién casado (y mudado) con Mary Jane Watson, que enfrenta malhechores menores mientras hace chistes y reflexiona sobre su vida. La tranquilidad se acaba con la aparición del Lizard (a.k.a doctor Curt Connors) más salvaje y asesino que nunca, que primero mata civiles sin dudarlo, para trenzarse en pelea con el arácnido. El Lagarto envenena a Spiderman que empieza a sucumbir al veneno, y es raptado por una hechicera vudú, que tiene bajo su control a Connors (de ahí el cambio de actitud del villano) y cuentas pendientes con Spiderman, intentando vengar al fallecido Kraven (el cazador).




El argumento es denso, intentando desde el momento en que Spiderman es envenenado sumergirnos en esa confusión que sufre, peleando y sangrando sin saber por qué. Desde ese punto está logrado, pero falla un poco al no avanzar en ninguna explicación o resolución después de eso. Spiderman sufre durante todo el cómic y eso se siente. Pero al final se salva, y no tenemos demasiada idea de lo que pasó a lo largo de 5 números muy oscuros, lentos y sin respuestas. Mcfarlane toma cositas de Frank Miller en la narrativa (esos captions repitiendo palabras) pero no termina de estructurar la historia completa.  Los dibujos son un gran despliegue, con todo lo que se veía en Amazing y más también, con las libertades de espacio que le da decidir su propio guión, explayándose a gusto a lo largo de los números. Buenos sombreados, fondos y puestas en página, todo a la altura de lo que un fan de Mcfarlane espera. Lo peor de la historia, seguramente Mary Jane Watson, totalmente fuera de personaje, frívola y casi riéndose de estar pasándola bien de fiesta en fiesta, mientras Peter juega al hombre araña.
Con todo lo bueno y lo malo, "Tormento" se volvió un hito noventero fundamental para entender las andaduras de Spiderman a fines del siglo pasado.



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