Before Watchmen: Moloch (2012)




En el año 2012, DC cómics se animó a empezar a tocar algunas de las vacas sagradas que se consideraban (y algunos todavía consideran) inalterables de su historia. Plantear una historia vinculada al universo de Watchmen y que no esté Alan Moore en el medio, se consideró un sacrilegio por mucho tiempo. Deben haber habido mil intentos de que el creador original (enemistado con la editorial desde hace años, en gran medida por esta historia) vuelva o dé el visto bueno por lo menos para la creación de nuevo contenido. Nada de eso ocurrió y alguien muy cansado en la  editorial habrá dicho "estos personajes son nuestros, vamos para adelante igual". 

Lo que se publicó en 2012 fueron unas miniseries ambientadas en el universo del clásico de 1986, sin opción de tocar ni cambiar nada de la historia original, ni de explorar nada posterior. Para que quede claro el concepto, la línea se titulo "Before Watchmen", y se completaba con el nombre de cada miniserie dedicada a cada uno de los personajes principales. Primero estaban los lógicos : Dr. Manhattan, Rorschach, Silk spectre, Ozymandias, Comediante y Nite owl, y después otros más curiosos, cómo la miniserie de Minutemen y la que hoy nos ocupa: Moloch. Before Watchmen: Moloch se anunció en una segunda instancia, a cargo de J.M. Straczynski en guiones y del argentino Eduardo Risso en dibujos.
La serie de Moloch cuenta con solo dos capítulos o issues típicos americanos siendo de las historias más cortas de la línea, pero aprovechando muy bien ese corto espacio. El primer capítulo narra toda la vida del villano desde su nacimiento, en primera persona, en forma de confesión de Edgar Jacobi (el verdadero nombre de Moloch) a un cura, justo antes de conseguir la libertad condicional de prisión. Su niñez, su primer asesinato de adolescente, su aprendizaje de magia y posterior utilización de trucos para insertarse en el mundo del crimen, e ir ascendiendo hasta ser objetivo de los Minutemen en una primera instancia, y del mismísimo Dr. Manhattan más adelante. El encuentro con el héroe/semidios marcaría un quiebre en la manera de ver el mundo de Moloch convirtiéndolo (ya en prisión) a la fe católica. 


El segundo episodio ya está contado en tiempo presente y es el que más se cruza con situaciones que vimos en la historia troncal de Watchmen. Se completa en este caso el accionar del villano en la historia que conocemos, y se aportan algunos datos interesantes, como ser el vínculo entre Moloch y Adrián veidt, tras salir el primero de prisión (apenas esbozado en la saga original) y algunas sorpresas, como mostrar a Moloch contándole a Veidt de su encuentro con el Comediante (cuando el Comediante se sienta llorando a los pies de su cama) y siendo éste el momento en que  Ozymandias (a.k.a Adrián Veidt) toma la  decisión de asesinar a Edward Blake (a.k.a el Comediante). Y claro, algunos vistazos desde el otro ángulo de como el plan de Adrián Veidt se iba gestando, con Moloch como una pieza más.


La miniserie de Moloch termina siendo un agradable hallazgo, dedicando unos capítulos a un personaje muy menor y así y todo, aportando varios puntos de vista a la mitología de Watchmen. No suele defraudar J.M. Straczynski.  Como historia en sí misma, es mucho más interesante el primer episodio con toda la retrospectiva de la vida del villano, mientras que el segundo es un acomodamiento  de secuencias en paralelo a los eventos de la serie principal (este podría ser un "Durante Watchmen"). En cuanto al dibujo, poco se puede decir que no se haya dicho sobre el enorme Eduardo Risso. El claroscuro es su hábitat natural, así que lo despliega sin falta en esta historia, que, aunque coloreada, debe verse muy bien en blanco y negro. La narrativa, los saltos temporales, los cambios de escena, todo muy bien logrado. Y no "cede" necesariamente a la sombra de Dave Gibbons, cosa que era esperable de cualquier dibujante que toque algo relacionado a Watchmen. Esto es Risso puro, dibujando bien a todos los personajes que conocemos, y dando un paso al frente en el diseño de Moloch, el protagonista, mucho más monstruoso y grotesco incluso que en la saga original.
Una pequeña historia que no defrauda y complementa perfectamente a la saga original.


Fan Art de Moloch realizado para la ocasión.


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