Desde el momento en que el universo cinematográfico de Marvel se creó en el año 2008 ha ido acercando muchos conceptos que originalmente pertenecían al mundo de los cómics al gran público. Primero fue el concepto de universo compartido casi desde su primera película en la escena post créditos de Iron Man. Después fue el concepto de evento como se vio en Avengers: Infinity war y Avengers: Endgame, uniendo a todos los personajes del universo creado hasta ese momento en una sola historia. Finalmente en diciembre del 2021 el UCM dio un último gran paso al incorporar el concepto del multiverso, tan común en las viñetas, a las salas de cine.
Rodeado de una multitud de una rumores desde tiempo antes de que incluso empiece su filmación, la tercera entrega de Spiderman en el UCM fue la encargada de dar este puntapié con grandes resultados económicos y una gran aceptación del público. ¿Pero cumplió las expectativas de calidad como película y sobre todo las ansiedades que habían generado esos rumores? Algún que otro spoiler a continuación.
La historia de Spiderman: No Way Home se sitúa inmediatamente después de la entrega anterior cuando la identidad secreta del superhéroe es revelada a todo el mundo. Peter Parker vuelve a su casa y ve toda su vida (y sobre todo la de sus amigos) trastornada, lo que lo lleva a acudir a su ahora colega Doctor Strange a que improvise un hechizo que deshaga todo lo sucedido. Como corresponde el hechizo se sale de control por culpa del adolescente Parker y habitantes de otros universos paralelos empiezan a visitar el universo Marvel actual. Primera serán villanos de franquicias anteriores y posteriormente algunos héroes de las mismas los que van a interactuar con el hombre araña actual hasta que se desencadena la única y más dramática solución posible a este hechizo que pone en riesgo el multiverso.
Desde ya que haber logrado una coordinación tal entre actores y empresas que tuvieron que ver con el personaje desde hace 20 años hasta esta parte, y hacerlos participar de la misma película es digno de aplauso. No hace falta aclarar que cada intervención de estas versiones tan incorporadas en el imaginario del público, especialmente las de Andrew Garfield y Tobey Maguire, arrancaron todos los elogios habidos y por haber (y especialmente una de las reacciones más fervientes del público en las salas en la escena puntual donde ellos aparecen por primera vez).
Sin embargo y dejando el fanservice de lado lo más logrado de esta película se encuentra en el concepto incorporado (el multiverso) y muy especialmente en un argumento que termina transformando al arácnido de Tom Holland en Spiderman con todas las letras. La mayor crítica de las películas anteriores era mostrarnos un superhéroe con poderes arácnidos pero con un trasfondo qué poco se parecía al amistoso vecino de los cómics. Al terminar No Way Home, Spiderman ha atravesado un drama personal que lo ha marcado, ha tenido que sacrificar a todos sus aliados en pos de un bien mayor y por primera vez está actuando por su cuenta (sin el apoyo ni complicidad a ningún mentor) y con la lección aprendida de que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Errores hay unos cuantos desde los portales abiertos por Ned Leeds, pasando por esta idea de villanos que necesitan una cura y hasta algunos errores técnicos de CGI. Sin embargo y por todo lo dicho antes la experiencia da positiva por todos lados.
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